Diplomado Latinoamericano sobre la Prevención en la Iglesia
Desde hace unos años, estoy colaborando en distintos organismos de la Iglesia en Argentina que buscan promover la protección de los menores en la Iglesia y la generación de ambientes eclesiales más seguros. Por eso agradezco mucho la posibilidad de hacer este Diplomado, que me ayuda muchísimo a seguir formándome en esta área de un modo multidisciplinar.
Desde la lectura del cronograma de la Diplomatura que nos envió el CEPROME sabía que se trataba de un curso bien intenso y con excelentes expositores que además tienen una gran experiencia en la temática, cada uno en su área profesional. Y la Diplomatura en sí viene confirmando plenamente esa expectativa: se trata de un seminario de gran nivel académico y profesional, en el que están participando más de 170 personas, entre sacerdotes, religiosos y laicos de toda la realidad Latinoamericana, las cuales volveremos a nuestras diócesis, congregaciones e instituciones con una serie de conocimientos que seguramente deberán ser profundizados cada vez más, pero que abarcan la mayor parte del complejo escenario que enfrenta la Iglesia en este momento tan crítico.
Los temas de las dos primeras semanas de clases entraron de lleno en las cuestiones importantes: la pastoral de la prevención en la Iglesia, el abuso de menores en la sociedad latinoamericana, el clericalismo, la atención integral de los victimarios, las dinámicas del abuso intrafamiliar y la protección de los menores en el derecho canónico. La participación de los asistentes a través de preguntas y comentarios fue notable, sobre todo si se tiene en cuenta que todos provenimos de distintas áreas profesionales y pastorales. Los expositores elegidos han sido todos de un altísimo nivel, dando al Diplomado una categoría realmente de excelencia. Esto también nos coloca a todos ante un mayor compromiso de entrega en el trabajo a favor de nuestros hermanos más pequeños y vulnerables en la Iglesia: se nos está dando una formación de excelencia; debemos responder de la misma manera.
Como todos estos encuentros, se abre también la posibilidad para un rico intercambio humano entre latinoamericanos de todos los países, que a partir de ahora quedamos conectados en una red que nos gustaría que cada vez fuera más fuerte y efectiva.
Además, la formación académica está integrada con testimonios de personas que han sufrido abusos en su vida. Lo teórico se conjuga así con lo vivencial, ayudando a todos a tomar una mayor conciencia de lo que significa esta crisis y de la urgencia de hacer lo imposible para que en los ambientes eclesiales no ocurran nunca abusos de este tipo, ni de ningún otro. Con la ayuda del Señor y bajo la protección de María de Guadalupe, queremos ofrecer todo nuestro empeño y entrega para que este objetivo se cumpla.
Gracias al CEPROME y al Centro de Protección de los Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana por este esfuerzo de organización y planificación que redundará sin duda en ambientes más seguros para nuestra Iglesia y para toda la sociedad.
Escrita por: Maria Inés Franck
Contribuido por nuestro partner: Daniel Portillo
28 July 2019 @ 18:45
La Violencia como generadora de violencia y su terrible derivado: ” El abuso sexual no solo ocurre en ambientes abusivos sino que se perpetua en ellos” es un hecho que resume buena parte de los planteamientos del Diplomado Latinoamericano para La Prevención de Abuso sexual organizado por el CEPROME en la Ciudad de México durante el mes de Julio del año 2019.
Por lo anterior es urgente e indispensable , como varios de sus expositores afirmaron , la creación de ESCENARIOS PROTECTORES que conviertan a la Iglesia , en el caso de los abusos por clérigos y sacerdotes, y como dijera el Papa Francisco, en un ” Hogar seguro” ; que la Iglesia sea esa madre protectora y amorosa que da la vida por sus hijos y que en caso de que en su interior ocurra alguna tragedia, alguna barbaridad, responda con toda su fuerza, compromiso y responsabilidad a resarcir el daño que se haya cometido en su seno a partir de considerar primero que todo a las víctimas y sus familias, pero también a los perpretadores quienes, independientemente de que sean sujetos de las leyes civiles y canónicas correspondientes frente al delito cometido, también habrán de ser tratados por la Institución a la cual, aun habiéndole fallado, les sigue considerando por ser bautizados, tanto a nivel psicológico como espiritual pues por encima de todo se reconoce la dignidad ontológica que como creaturas de Dios poseen.
Un Diplomado que abarcó prácticamente todas las vertientes de un problema complejísimo que ha de considerar los elementos sociológicos, institucionales, familiares, psicológicos, psiquiátricos y espirituales que, como una ” tormenta perfecta” confluyen para que surja en cualquier ambiente, incluyendo el eclesial.
Esto es, es el abuso sexual es un problema universal que tristemente el lugar donde más se presenta es dentro de la propia famila ( 70 a 80% de los casos) y por ello amerita también una Pastoral Socio /Familiar que considere esta grave realidad, y que en el ámbito eclesial se traduce en lo que se denomina una ” Cultura del buen trato” tanto a nivel de comunidades pastorales como fuera de ellas.
La Iglesia en su misión universal entonces, y a través de quienes la integran: laicos, clero y religiosos, está siendo urgentemente llamada a responder a esta realidad que precisamente por el dolor y la destructividad que provoca, le insta a asumirla, enfrentarla y abordarla :”con todo su corazón, con todas sus fuerzas y con toda su mente”… el Señor no espera menos de sus hijos y por ello es el Espíritu Santo quien se ha hecho presente en este Diplomado Latinoamericano de Prevención de Abuso sexual.
Dra. Patricia Espinosa Hernández.
Universidad Católica Lumen Gentium